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miércoles, 2 de enero de 2019

Superación del miedo. Por Louise L Hay

Superación del miedo
Debido a la manera en que fuimos educadas las mujeres, para cuidar, servir y anteponer las necesidades de los demás, la mayoría no tenemos suficiente autoestima ni sabemos autovalorarnos. Nos horroriza la idea de que puedan abandonarnos. Tememos las pérdidas y la falta de seguridad. No nos educaron para creer que podemos cuidar de nosotras mismas. Sólo se nos enseñó a cuidar de los demás. Cuando una mujer se divorcia, se siente aterrada; si tiene hijos pequeños, el miedo es peor aún. ¿Cómo voy a poder arreglármelas sola?», es la pregunta.
También aguantamos trabajos o matrimonios desastrosos porque nos horroriza estar solas. Muchas mujeres se creen incapaces de cuidar de sí mismas, y sin embargo lo son.
Muchas sienten un gran miedo ante el éxito. Tienen la falsa idea de que no se merecen sentirse a gusto ni alcanzar la prosperidad. Pero es lógico que a la persona que siempre se la ha dejado en segundo lugar, le resulte difícil creerse digna de algo.
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A muchas mujeres las asusta tener más éxito o ganar más de lo que ganaban sus padres.
    ¿Cómo podemos superar, pues, el temor al abandono o el miedo al éxito? Son dos caras de la misma moneda. La respuesta está en aprender a confiar en el proceso de la Vida. La Vida está aquí para apoyarnos, para dirigirnos y guiarnos siempre que le permitamos hacerlo. Si nos hemos criado bajo sentimientos de culpabilidad y manipulaciones entonces nos sentiremos poco dignas e incapaces. Si nos hemos criado en la creencia de que la Vida es difícil y terrible, nunca sabremos relajarnos ni dejar que la Vida cuide de nosotras. En los diarios y en la televisión leemos y vemos todos los crímenes que se cometen cada día y pensamos que el mundo nos persigue para hacernos daño. Pero todos vivimos bajo las leyes de nuestra conciencia, es decir, lo que creemos se nos hace realidad. Pese a ello, lo que es cierto para otra persona no tiene por qué serlo para nosotros. Si nos tragamos las creencias negativas de la sociedad, esas expectativas se harán ciertas para nosotros y seremos objeto de muchas experiencias negativas.
    Sin embargo, a medida que aprendemos a amarnos, a medida que cambia nuestra forma de pensar y desarrollamos autoestima y dignidad, comenzamos a permitir que la Vida nos dé todos los bienes que nos tiene reservados.
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    Esto podría parecer muy simplista, y lo es. Pero también es cierto. Cuando nos relajamos y nos permitimos creer: «La Vida para cuidar de mí y estoy a salvo», entonces comenzamos a fluir con ella; comenzamos a notar sincronismos. Así pues, siempre que encuentres los semáforos en verde o un fabuloso lugar para aparcar, cuando alguien te traiga justamente lo que necesitabas u oigas precisamente la información que deseabas tener, di «¡Gracias!». Al Universo le encanta la persona agradecida. Cuanto más le agradezcas a la Vida, más motivo te dará ésta para estar agradecida.

Tomado del libro:
El mundo te está esperando - de Louise Hay.

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