Palabras.
Hay palabras que hieren.
Que se convierten en puñales apenas salen disparadas.
Son esas que pueden destruir una amistad, una pareja, un proyecto de vida, una familia.
Expresiones del tipo:
No valés, no servís, sos inseguro/a, aquellas que profetizan un futuro lleno de todo lo peor que te podría llegar a pasar si haces esto, o aquello.
Las que tienen esa artillería de mala intención y envidia.
Las palabras con disfraz y máscara.
En cambio hay otras palabras que te abrazan. Que te dicen que todo va a estar bien.
Esas que te dan consuelo hasta en la peor tormenta.
Palabras que te ayudan a cumplir tus sueños, a luchar y levantarte después de que otras llenas de estereotipos y prejuicios te tiraron al piso.
Palabras que regalan alegría y te hacen sonreír.
A esas atesoralas, guardalas en el cofre de tu alma para que siempre te acompañen cuando te falten fuerzas.
Porque con las palabras también se cura, y vos podés curar también.
Magalí Elisabet Rossi.