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domingo, 9 de octubre de 2016

Videos para reflexionar sobre la discapacidad.

Hola a todos, les traigo estos videos, para el que quiera trabajar con ellos en alguna charla sobre discapacidad, en la escuela, o compartirlos con amigos y familiares, para que también puedan tenerlos al alcance de la mano y los utilicen.
 El primero es un corto de 20 minutos que se llama el circo de la mariposa, y en él, tenemos la historia de Will, un muchacho que no tiene brazos ni piernas.
Luego les dejaré 3 capítulos de la serie de dibujos animados Caillou donde se habla de la discapacidad visual, motora y el autismo.
 Esperando que les sea de utilidad, aquí debajo les dejo los links.
Video de la serie CAILLOU, donde se habla de las personas ciegas y los perros guía. Que lo disfruten!
http://youtu.be/RlsgbrkXA7U?a
Capítulo de Caillou donde explican como se siente un niño con autismo
http://youtu.be/iRQFzsZODMU?a
Capítulo de Caillou donde se habla de la discapacidad motora
http://youtu.be/WQ1FuhA8uzU?a
El Circo de la Mariposa en Español HD Completo
http://youtu.be/sARXGLNoBcg?a

Hoy Bailaré: Serie con audiodescripción.


Hola, les comparto esta serie con una audiodescripción hecha de forma amateur, ya que en la página del canal argentino encuentro, me tocó bajar el audio con la descripción y el video por separado, luego mezclé y quedó esto...
Lamento no haber podido hacerlo con la imagen, pero si lo escuchan, al menos la audio descripción y el audio original, están en sincronía.
Serie Documental:
 Hoy Bailaré, -emitida por Canal Encuentro.
 Esta serie toca la temática de la discapacidad. En 8 capítulos, nos muestra desde diferentes ángulos, muchos testimonios de personas con distintas problemáticas.
Los tópicos o temas a tratar son:
Capítulo 1: Educación.
http://www.youtube.com/watch?v=dkBbqz2yXwU
Capítulo 2: Parejas.
http://www.youtube.com/watch?v=sQPhy3xGX3M
Capítulo 3: Padres.
http://www.youtube.com/watch?v=xnTr4q_F2tA
Capítulo 4. Arte.
http://www.youtube.com/watch?v=p1N28Fx_DRQ
Capítulo 5: Deportes.
http://www.youtube.com/watch?v=nfJJhDZWcaY
Capítulo 6: Trabajo.
http://www.youtube.com/watch?v=DEDpjC0efRc
Capítulo 7: Relaciones sociales.
http://www.youtube.com/watch?v=QLeYKcP7ZxQ
Capítulo 8: Accesibilidad.
http://www.youtube.com/watch?v=Gurjh1dg87k
Espero la disfruten.
 Saludos.

Términos correctos e incorrectos para referirse a las personas con discapacidad...

Términos correctos e incorrectos para referirse a las personas con discapacidad... La Convención Internacional por los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas (ONU) dispuso que el término adecuado para referirse a este grupo de la población sea Personas con Discapacidad (PCD) o Personas en Situación de Discapacidad. Por tanto, su utilización se considera el único correcto a nivel mundial. ¿POR QUÉ LA CONVENCIÓN ACORDÓ LA UTILIZACIÓN DE ESTE TÉRMINO? Porque la discapacidad es una situación provocada en la interacción entre la persona, sus características, el medio físico y social no habilitado para la diversidad propia de la naturaleza humana. La discapacidad no es un atributo del ser persona humana. La discapacidad ya no se define como una cuestión de salud o de rehabilitación, sino de Derechos Humanos. Esto implica una perspectiva de promover una visión positiva al abordar el tema, y no de asistencialismo. Esta es la razón por la que nunca se refiera a la persona con discapacidad como: Discapacitado, este término sugiere que la discapacidad es parte de su definición como ser humano y no lo es. Eufemismos: como por ejemplo “sordito”, “cieguito”, “Manuelito, que tiene discapacidad”, etc.evítelos debido a que esto trae un mensaje subliminal de infancia permanente y no de acceso a la responsabilidad ciudadana. Enfermo: la discapacidad no es una enfermedad, es una situación que puede desaparecer si eliminamos las barreras del entorno. Un ejemplo concreto: las personas ciegas, sordas, usuarias de silla de ruedas, están en su mayoría perfectamente sanas y su “discapacidad” sólo surge cuando no hay lectores de pantalla, braile, sitios web accesibles, rampas, baños accesibles, intérpretes de lengua de señas, programas de televisión o videos con subtítulos, que les aseguren su inclusión plena en igualdad de oportunidades. Por tanto, decir que se sufre de discapacidad y acentuar perspectivas de sufrimiento no es correcto. Hoy en día el movimiento internacional PCD defiende a la discapacidad como parte de la identidad cultural de las personas y se promueve el orgullo de ser PCD y ser simplemente diferentes.Minusválido: esta palabra proviene del latín “minus” = menor y valía = valor. Desde la Convención se sostiene y defiende que todas las personas tienen el mismo valor en tanto seres humanos. Personas con Capacidades Diferentes, Personas con Capacidades Especiales, Personas con Necesidades Especiales: Desde el principio de igualdad propio a las personas humanas, no existen las capacidades diferentes o necesidades especiales. Todos y todas tenemos las mismas capacidades (potenciales, reales, en desarrollo) y necesidades (amar y ser amados, comer, vestirse, tener salud, sobrevivir). Todas y todos compartimos la misma esencia humana en igualdad. Lo que nos diferencia no tiene que ver con nuestras capacidades o necesidades esenciales y cuando no existen barreras en el entorno, se pueden manifestar y satisfacerse en igualdad. Las PCD no son ni súper héroes ni especiales: son como todas y todos los demás y así deben ser tratadas. Incapaz: la persona con discapacidad es capaz de trabajar, estudiar, ejercer su ciudadanía y tomar decisiones, si disminuimos o eliminamos las barreras del entorno y entregamos un buen apoyo social para esta inclusión. Impedido, Impedimento: Las personas con discapacidad pueden hacer todo lo que quieran, si eliminamos las barreras del entorno. La discapacidad no es un impedimento, es una diferencia. Normal vs. Anormal: Actualmente, el concepto de normalidad ha sido cuestionado por varias corrientes filosóficas y políticas, así como la contraposición normal vs. anormal. Ante la reflexión sobre bajo qué criterios se define lo normal de lo que no lo es y profundizamos en los detalles, no existe nadie plenamente “normal” De acuerdo a este marco, evitar referirse a vivir una vida “normal”, trabajo “normal”, estudios “normal”, ya que ¿cómo los definimos sin discriminar un modo de vivir, un modo de trabajar, un modo de estudiar, por sobre el otro? Mejor utilizar expresiones como vida digna, calidad de vida digna, trabajo digno, decente, en igualdad o en equiparación de oportunidades. El concepto de “normalidad” es otra forma de discriminación y exclusión. Usos correctos: No tener miedo de decir sordo, ciego. Las personas sordas y ciegas lo son orgullosamente y muchas veces prefieren este término en vez de persona con discapacidad auditiva o visual. El mejor término para personas que utilizan silla de ruedas es persona usuario de silla de ruedas.

BASTON VERDE, UN ELEMENTO IMPORTANTE

BASTON VERDE, UN ELEMENTO IMPORTANTE Ese elemento llegó a la vida de los disminuidos visuales de la Argentina con el objetivo de permitirles desarrollar una mejor vida cotidiana. Independencia y seguridad para ellos Imagen: Logo del Baston Verde Argentina sancionó en 2002 la Ley 25.682 que adopta en todo el país el uso del bastón verde, como instrumento de orientación y movilidad para las personas con baja visión. El bastón verde llegó a la vida de las personas disminuidas visuales en 1998, gracias a la Prof. Perla Catherine Mayo, Presidenta de la fundacion El derecho a Ver y Directora del Centro de Baja Vision. Argentina/ Uruguay. (http://www.labajavision.com.ar ) Imagen: Prof. Perla Mayo Esto representa la posibilidad de hacer actividades de la vida cotidiana, generando la capacidad de ver esta cotidianeidad de otra manera, con más seguridad en ellos mismos y en la toma de decisiones. Los usuarios del bastón verde ,dicen haberse liberado de esa dependencia contra la cual tanto luchan, y de la constante preocupación por mil detalles y obstáculos. Estos detalles de la vida cotidiana como cruzar la calle, tomar un colectivo, subir y bajar escaleras. Con el bastón verde, cada día se descubren cosas que se pueden hacer más allá de la enfermedad de la vista. Sobre todo, permite ver que los disminuidos visuales no son ciegos y que tienen una cantidad de posibilidades que ni ellos mismos cuantifican. Por eso el verde, verde esperanza, ver de otra manera. El color verde, además de su valor simbólico, es utilizado para diferenciarlo del blanco que usan los ciegos. Esto significa que una persona con este tipo de visión, algo puede ver (aunque esto varía caso por caso). Por eso, en el caso de encontrarse con una persona que use un bastón verde, hay que ayudarla a cruzar la calle o a subir y bajar de un colectivo, entre otras cosas. Pero teniendo en cuenta que esa persona algo puede ver y probablemente podrá mirar la hora en su reloj, por ejemplo. Es importante que todos entendamos que día a día convivimos con la diversidad, todos somos diferentes de alguna manera y si nos ayudamos a ayudar, la convivencia será más fácil y beneficiosa para todos. Preguntas más usuales —¿Cómo se define ceguera y baja visión? La OMS (Organización Mundial de la Salud) definió, en 1992, una persona con Baja Visión aquella que aun después de tratamiento médico y/o corrección óptica común, tiene una visión de 0.3 en el mejor ojo o un campo visual inferior a 10º desde el punto de fijación, y que quiere utilizar su visión para la planificación y ejecución de tareas. La baja visión es una visión insuficiente, aun con los mejores lentes correctivos, para realizar una tarea deseada. Desde el punto de vista funcional, pueden considerarse como personas con baja visión a aquellas que poseen un resto visual suficiente para ver la luz, orientarse por ella y emplearla con propósitos funcionales. —¿Cuáles son las causas de la discapacidad visual? —Aunque la ceguera y la baja visión pueden ser provocadas por algún accidente, también existen numerosas enfermedades que las desencadenan: maculopatia, catarata, glaucoma, leucomas corneales, retinopatía diabética, retinopatía del prematuro, catarata y glaucoma congénitas, atrofia óptica, distrofia retinal y retinosis pigmentaria, entre otras. Existen diversas maneras de prevenir la discapacidad visual, como proteger la vista en profesiones que pueden generar enfermedades ocupacionales, atención adecuada del embarazo; detección y registro de deficiencias en los recién nacidos y el asesoramiento genético a las familias en los casos de enfermedades hereditarias. La consulta oftalmológica precoz cuando hay antecedentes en la familia también contribuye. Actualidad Hoy en día, una persona con baja visión puede alcanzar una gran independencia en su vida una vez que haya completado un proceso de rehabilitación que lo capacita en técnicas para complementar su limitación. Así, puede desplazarse por la calle utilizando ese bastón. El 26 de setiembre es el DIA DEL BASTON VERDE Para mas informacion visite la pagina web: http://www.labajavision.com.ar/ Fuente: http://prevenirlaceguera.blogspot.com.ar/2010/08/baston-verde-un-elemento-importante.html

Artículo: El mundo “visual” del ciego.

El mundo “visual” del ciego. Acerca de las imágenes y la vida onírica en ciegos (congénitos) Cristina Oyarzabal Un día le dije: _ "Señorita, imagínese un cubo". _ "Lo veo." _ "Imagine un punto en el centro del cubo." Ya está." "Trace líneas rectas desde ese punto a los ángulos; entonces, habrá dividido el cubo... _." En seis pirámides iguales agregó por sí misma , cada una de ellas con las mismas caras, la base del cubo y la mitad de su altura." _ "Es cierto, pero ¿cómo lo vio?" _ "En mi cabeza, como usted." Diderot. Carta sobre Ciegos para uso de los que ven Refiriéndose a la joven ciega nos dirá: “Confieso que nunca entendí claramente cómo representaba cosas en su cabeza sin colorear. ¿Se había formado ese cubo por la memoria de las sensaciones del tacto? ¿Acaso su cerebro se ha¬bía vuelto una especie de mano bajo la cual se hacían reales las sustancias? ¿Se había estableci¬do a la larga una suerte de correspondencia en¬tre dos sentidos diferentes? ¿Por qué esa comuni¬cación no existe en mí y no veo nada en mi cabe¬za si no lo coloreo?” Desde niña sentí una gran fascinación por los ciegos y su mundo, ¿cómo imaginan?, ¿cómo sueñan?, ¿cómo vería un ciego de nacimiento si se produjese el hecho casi milagroso de que le devolvieran la luz de la que estaba privado? Muchos años más tarde la experiencia con sujetos ciegos me permitió vislumbrar que el ciego no está privado de nada y más aún el hecho casi novelesco de que a un ciego que nunca vio le sea dada la vista es un deseo de quienes vemos no de aquel que nació privado de la luz. Ante la pregunta sobre si estaría contento de tener ojos Nicholas Saunderson, un célebre matemático newtoniano ciego, nos dice:” Si la curiosidad no me dominara me gustaría igualmente tener brazos largos; me parece que mis manos me informarían mejor sobre lo que pasa en la luna que sus ojos o sus telescopios; y además los ojos dejan de ver antes que las manos de tocar. Sería mucho mejor, entonces que perfeccionaran en mí el órgano que tengo antes que concederme el que me falta. Saunderson jamás vio la luz, sin embargo la imaginó , fue profesor de óptica, y construyó una imagen del universo; esto emocionó inmensamente al joven Diderot que en su irónicamente titulada Carta sobre ciegos para uso de los que pueden ver (1749) habiendo conocido personalmente al ciego ilustre , afirma que los ciegos pueden construir un mundo suficiente y no sienten sensación de insuficiencia alguna. Sin siquiera sospecharlo, mi curiosidad infantil era como la de todo niño, es decir, cercana a uno de los grandes problemas filosóficos; mi curiosidad estaba dirigida a los ciegos de nacimiento, cómo era el mundo para aquellos que parecían en un punto tan diferentes a mí y en otro punto tan iguales? La ceguera, como privación de la luz, aparece ominosa al mundo de los videntes; como significante expresa el “cegamiento” sobre sí mismo, la pretensión, el alarde, la vanidad; significante metafórico de las innombrables formas de la estupidez. ¿Qué cuestiones profundas evoca la ceguera que hasta su nominación parece haber sido un atrevimiento de la lengua? Tanto para las lenguas antiguas como las lenguas vivas deviene metáfora de debilidades físicas y psíquicas. La semántica indoeuropea no sólo se refiere a la “privación de la luz” sino que fundamentalmente evoca la sombra. La sombra como un compromiso entre la luz y la oscuridad, atestigua la ambivalencia semántica, una cierta “atenuación” de la ceguera, ante el hecho de nombrarla. Es la monoftalmía, o sea, el hecho de ver con un solo ojo lo que da origen a las raíces a partir de las cuales nuestras lenguas se atrevieron a nombrarla. ¿Forma imaginaria de relativizar esta otra “transacción semántica” consistente en movilizar, para hablar de la ceguera, raíces que significan en primer lugar, no la opacidad, sino la semitransparencia de la nube o del humo? ¿Modos imaginarios de desdramatización lingüística que hace que las lenguas indoeuropeas la presenten como un caso simple de “emborronamiento” de la visión? ¿Temor o pudor ante la calamidad del “no ver”? ¿Intento mágico de conjuro del drama íntimo que resulta para el sujeto? Siempre estas lenguas se guardaron muy bien de nombrar la ceguera con precisión. La lengua griega ha elegido la misma actitud semántica. Una idea inicial de “humo” se encuentra ligada a la raíz de algunas palabras que no sólo dan lugar a “ciego”, “ahumar” sino que está igualmente en el origen de todo un vocabulario sobre la oscuridad, tanto del espíritu como del cuerpo. Las ideas de “polvo” y de “humo”, de “suciedad” y de “mancha” forman de alguna manera la red semántica que se articula a las expresiones de la “noche”, del “negro” y del “espanto” Sin embargo, la oscuridad no parece estar presente en el mundo de los ciegos, al menos como nosotros la imaginamos. Diderot nos dice que su joven ciega cuando escuchaba cantar, distinguía voces morenas y voces rubias. Una muchacha ciega congénita, me dijo, hace pocos días atrás que ella imaginaba a algunas personas rubias y a otras morenas por el sonido de su voz. Una joven que perdió la vista cuando pequeña me dice que los ciegos no viven en la oscuridad ; cuando ella veía y cerraba los ojos , había oscuridad, pero cuando queda ciega, la oscuridad no existió más, llamar oscuro al mundo de los ciegos no es real, ella ve “nada” ; se trata de una sensación, imposible de explicar ;así también la joven ciega puede imaginar en su cabeza el cubo que Diderot le sugiere aunque él nos confiese que nunca entendió claramente cómo la joven representaba cosas en su cabeza sin colorear. ¿Se había formado ese cubo por la memoria de las sensaciones del tacto? ¿Acaso su cerebro se ha¬bía vuelto una especie de mano bajo la cual se hacían reales las sustancias? ¿Se había estableci¬do una suerte de correspondencia en¬tre dos sentidos diferentes? ¿Qué es la imaginación de un ciego? ¿Cómo imagina, cómo sueña, cómo construye el espacio un ciego congénito, es decir, aquel que jamás tuvo una experiencia de lo visible? Este fenómeno no es tan fácil de explicar como podría creerse .No pretendo para nada abarcar todo el campo de este enigma, sólo vamos a intentar una aproximación a la óptica de los ciegos congénitos. Para nosotros, analistas, la relación del sujeto con el órgano está en el centro de nuestra experiencia. En relación al ojo, éste nos ha de llevar a exploraciones lejanas. Viajemos. Estamos en 1749. No se trata de una preocupación humanitaria el interés que numerosos filósofos manifiestan por la mentalidad de los ciegos, es por el contrario, un problema abstracto, central en toda teoría del conocimiento, el pasaje de la sensación al juicio, que los estudiosos procuran resolver estudiando las reacciones de un ciego que recupera la vista. Hace ya casi medio siglo , en 1700, William Molyneux realiza el siguiente interrogante: “ supongamos a un ciego de nacimiento que ahora sea un hombre adulto, al cual se le haya enseñado a distinguir por el tacto un cubo y una esfera del mismo metal y aproximadamente del mismo volumen, de modo que cuando los tocara pudiera decir cuál es el cubo y cuál la esfera, el ciego que llegue a gozar de la vista, nos preguntamos, si podría discernir cuál es la esfera y cuál es el cubo pero sin tocarlos» Le plantea a su amigo Locke el famoso problema que lleva su nombre. Locke, en su Ensayo sobre el entendimiento humano, sostiene al igual que Molineaux que el ciego no distinguiría la esfera del cubo, por¬que aunque haya aprendido por experien¬cia de qué manera afectan a su tacto, sin embargo no sabe todavía que aquello que afecta su tacto de tal o cual manera debe impresionar a sus ojos de tal o cual modo. Por su parte, Condillac, en su Ensayo sobre el origen de los conocimientos humanos intenta demostrar, contra Locke y Berkeley, en su Teoría acerca de la visión que si el ciego de nacimiento ve los cuerpos, discernirá sus figuras y que si su juicio vacila , esto se deberá a razones metafísicas. Tenemos pues opiniones contrapuestas. Le planteo a una joven ciega de nacimiento el problema de Molineaux. Me sorprende su rápida y categórica respuesta, dice: ¡NO! Ella no sería capaz de distinguir un cubo y una esfera por la vista; le pregunto por qué, contesta simplemente “porque yo no sé qué es ver” En relación a las posiciones que veníamos enunciando, Diderot afirma que ambas tienen su parte de razón pero hace otras consideraciones; en primer lugar :¿verá el ciego inmediatamente después de la curación del órgano? .Esto es lo que generalmente tendemos a pensar que los ojos se abrirán, caerán las escamas y (en palabras del nuevo testamento) el ciego “recibirá la vista”; en segundo término, en caso de que viera, ¿verá lo suficiente para discernir las figuras y podrá al verlas ,darles los mismos nombres que les daba tocándolas? Las opiniones continúan divididas. Casi hay un total acuerdo en que sólo la experiencia podrá enseñarle a evaluar la distancia de los objetos, y que incluso necesitará acercarlos, tocarlos, alejarlos, aproximarlos y, tocarlos de nuevo, para asegurarse de que no son parte de él mismo. Diderot piensa, además, que hará falta un tiempo para que el ojo se vuelva experto y no necesitará el auxilio del tacto. Además podrá distinguir los colores como así también discernirá al menos los límites más gruesos de los objetos. Para tales razonamientos se basa en las famosas experiencias de Cheselden. El joven, a quien ese hábil cirujano le extirpó las cataratas, no dis¬tinguió por mucho tiempo tamaños, distancias, situaciones, ni siquiera figuras, motivo por el cual el joven anduvo a tientas durante dos meses. Un objeto de una pulgada puesto frente a su ojo, y que le ocultaba una casa, le parecía tan grande como la casa. Tenía todos los objetos en los ojos y le pare¬cían aplicados a ese órgano, como los objetos del tacto lo son a la piel. Logró percibir, aunque con esfuerzo, que su casa era más grande que su habitación, pero no pudo entender en absoluto cómo el ojo podía darle esa idea. Le hicieron falta un gran número de expe¬riencias reiteradas para comprobar que la pintu¬ra era una representación, estiró la mano hacia lo que veía, y quedó muy sorprendido al encontrar solamente un plano unido y sin ninguna salien¬te; preguntó entonces qué era lo engañoso, el sentido del tacto o el de la vista. Hoy, dos siglos y medio más tarde, se comprobó que aquellos que pueden ver después de haber sido ciegos desde el inicio de sus vidas sufren dificultades radicales al encontrarse de pronto inmersos en un caótico mundo de apariencias, un mundo cambiante, inestable, evanescente.. Quienes han construido el mundo con otros sentidos distintos de la visión se desconciertan ante el mismísimo concepto de “apariencia” que no posee analogía alguna con los demás sentidos. El mundo de las apariencias, sus ilusiones, espejismos, engaños deviene increíble para alguien que acaba de recuperar la vista Resulta particularmente interesante la reacción de algunos sujetos frente a figuras invertidas, como cubos y escaleras dibujados en perspectiva, no ven las figuras invertidas y no las ven en profundidad. Del mismo modo tampoco hay fluctuación de la figura-fondo en las figuras ambiguas. Al parecer, no pueden ver cambios de distancia/ tamaño en las ilusiones, ni tampoco experimentar el efecto cascada, el efecto familiar que sucede a la percepción del movimiento. Los que tenemos visión normal, aún cuando sepamos que la percepción es ilusoria, podemos decir que la ilusión es “vista”. Muchos de estos efectos ilusorios también pueden demostrarse en niños pequeños y en algunos monos. Que algunos sujetos no puedan verlas ilustra cuan rudimentaria es su capacidad de construcción visual, resultado de la ausencia de experiencia visual temprana. Después de los juegos de apariencias, volvamos a Diderot quien parece no haber sido engañado por ellas. El filósofo reconstruye ingeniosamente la génesis de las ideas en el ciego de nacimiento preguntándose cómo un ciego de nacimiento se forma idea de las figuras. En su Carta dedica un tiempo extenso a Saunderson, (1682) ciego al año de edad. Saunderson da lecciones de óptica, pronuncia discursos sobre la naturaleza de la luz y los colores, explica la teoría de la visión, trata acerca de los efectos de los cristales, los fenómenos del arco iris y otras materias relativas a la vista y a su órgano. Crea una máquina que le sirve para los cálculos algebraicos y para la descripción de las figuras rectilíneas. Es autor de “Elementos de álgebra”. A él le pertenece la división del cubo en seis pirámides iguales que tienen sus vértices en el centro del cubo y sus bases corresponden a cada una de sus caras. Se utiliza para demostrar de una manera muy simple que toda pirámide es el tercio de un prisma de igual base e igual altura Cuenta Diderot que a su ciego lo afectaba la menor vicisitud que se producía en la atmósfera y, sobre todo en los tiempos de calma, percibía la presencia de objetos que no estaban más que a unos pasos de distancia. Relata que un día en que asistía a observaciones astronómicas que se realizaban en un jardín, las nubes que de tanto en tanto les ocultaban a los observadores el disco del sol ocasionaban una alteración bastante notable en la acción de los rayos sobre su rostro para indicarle los momentos favorables o adversos para las observaciones. Tal vez , podríamos pensar que en sus ojos se producía alguna conmoción capaz de advertir la presencia de la luz sino fuera por el hecho de que Saunderson estaba privado no solamente de la vista sino también del órgano, entonces , sostiene Diderot, veía por la piel, un envoltorio que tenía para él una sensibilidad exquisita. Es tan sensible a las menores vicisitudes que ocurren en la atmósfera que puede distinguir una calle de un callejón sin salida Nuestro ciego ante la pregunta de qué entendía que era un espejo respondió: “Una máquina que pone las cosas en relieve lejos de ellas mismas, si éstas se hallan ubicadas convenientemente con relación a ella. Es como mi mano que no hace falta que la apoye al lado de un objeto para sentirlo” ¿Y qué son para nuestro ciego los ojos? “Un órgano –responde- sobre el cual el aire produce el efecto de mi bastón sobre mi mano. Tan cierto es que cuando coloco mi mano entre sus ojos y un objeto, mi mano está presente ante ustedes, pero el objeto está ausente” Dos siglos más tarde Diderot regresa de la mano de Lacan, quien nos invita a leer aquella famosa Carta... Lacan nos dice que en el ámbito de lo geometral, la luz, parece a primera vista, darnos el hilo. En efecto, ese hilo nos une a cada punto del objeto. Ahora bien, la luz se propaga en línea recta. Parece, por tanto, que el hilo nos lo da la luz. Pero, el hilo no necesita de la luz –sólo necesita ser un hilo tenso. Por eso, el ciego puede seguir todas nuestras demostraciones. Le hacemos palpar, por ejemplo, un objeto de una altura determinada, luego le hacemos seguir el hilo tenso, y le enseñaremos a distinguir con la punta de los dedos en una superficie, una determinada configuración que reproduce la demarcación de las imágenes –exactamente como en óptica pura, imaginamos, las correspondencias entre puntos en el espacio, lo cual siempre equivale, a situar dos puntos en un solo hilo. Diderot nos dice que el ciego supone un rayo de luz como un hilo elástico y delgado o como una serie de corpúsculos que golpean nuestros ojos a una velocidad increíble, y calcula en consecuencia. El paso de la física a la geometría se ha realizado y la cuestión se vuelve puramente matemática. Entonces, la geometría, disciplina matemática que estudia las representaciones que podemos hacernos del espacio y las figuras o cuerpos que se pueden formar es perfectamente asequible a los ciegos congénitos. Sin embargo, sostiene que en la cabeza del ciego de nacimiento no sucede nada análogo a lo que ocurre en la nuestra, afirmando que el ciego no imagina, porque para imaginar, nos dice que es preciso pintar un fondo y destacar puntos sobre ese fondo, asignándoles un color diferente al del fondo. Si a esos puntos les otorgamos el mismo color que al fondo, de inmediato se confunden con él y la figura desaparece. y si la figura desaparece ¿cómo podríamos, entonces , pensar la vida onírica de los ciegos? En La Interpretación de los Sueños,(1900-1901) Freud nos dice que el miramiento por la figurabilidad dentro del peculiar material psíquico de que se sirve el sueño, consta, la más de las veces, de imágenes visuales. También señala que no todos los sueños muestran esa trasmudación de la representación en una imagen sensible; hay sueños compuestos sólo por pensamientos. ¿Deberíamos pensar que los sueños de los ciegos no pasan por la trasmudación a lo sensible, que simplemente son pensados o sabidos como suelen serlo en la vigilia? Ciertamente que no. Conozco sujetos adultos que han cegado siendo niños y todavía sueñan con imágenes visuales; a otros que han cegado recientemente, los colores se les van borroneando, desgastando, otros sueñan con colores vivaces, fluorescentes, casi irreales. También puedo relatar el caso de una joven mujer que hace más de la mitad de su vida que está ciega. Cuando sueña, ella se ve en el sueño como los otros la ven, sin embargo se sueña ciega, es decir se “mira “pero ella como protagonista del sueño, no mira, porque está ciega. Sin embargo, el enigma, lo ofrecen, los ciegos congénitos. ¿Cómo sueñan? Les pregunto a un grupo de jóvenes Tal como vivimos -contesta uno de ellos -sueño con el traqueteo del tren, con su sonido, con mi cuerpo en movimiento- dice otro -sueño con un olor que me invadió, con la suavidad o la aspereza de algo, contesta un tercero -no sé por qué siempre sueño que estoy en la casa de mi mamá y no en la mía –dice una muchacha -y ¿cómo te das cuenta?, le pregunto -porque mi departamento es pequeño, en seguida lo recorro, en cambio la casa de mi mamá es amplia, tiene muchas habitaciones, un patio grande Dejemos de soñar y vayamos a la ciencia. ¿Qué nos dice hoy , 250 años después de los planteos filosóficos que veníamos enunciando? Las opiniones, hoy como entonces, siguen divididas. Juan Cuatrecasas (1969) (neurobiólogo) define al hombre como un animal geométrico gracias a la función visual sosteniendo que la proyección de las imágenes son el soporte de nuestro pensamiento; nuestra mentalidad se basa en la óptica. Respecto del ciego de nacimiento sostiene que sólo carece de los referentes externos tales como la visión de los colores que siendo un fenómeno interesante no deja por ello de ser secundario. Se trata de un fenómeno de matización de las imágenes; sin embargo, no resultan indispensables para la percepción de las mismas. Para imaginar, la visión de los colores no resulta necesaria ni tan siquiera la experiencia retiniana individual puesto que la elaboración de las imágenes es función de la más alta esfera sensorial óptica autónoma del órgano. El desconocimiento de las funciones ópticas corticales y subcorticales que confunde la fisiología ocular periférica con la psicofísiología de los centros encefálicos relacionados con la visión , es lo que ha llevado a algunos autores a sostener que los ciegos no pueden concebir el mundo en forma semejante a quienes ven porque sólo tendrían acceso al concepto de un espacio táctil, derivado de las imágenes táctiles localizada en la yema de los dedos. Sin embargo, la supuesta suplencia táctil del ciego sólo es parcial. Las percepciones táctiles pronto se desprenden de sus caracteres específicos, tales como presión, temperatura, movimiento, etc., al ser centralizadas e interpretadas por el sistema nervioso dejando la sensación de forma, espacio, que los centros corticales transforman en verdaderas sensaciones espaciales. Es indudable que existe una percepción de la espacialidad a la que concurren además de la visión diferentes sentidos, especialmente el tacto y el sentido kinestésico pero no determinan por si mismos la percepción del espacio, este autor nos advierte que no debemos caer en el error de intentar explicar las representaciones espaciales del ciego por la suplencia táctil ya que dicha suplencia realizada a través de los otros sentidos es puramente formal y externa. Los datos obtenidos a través del tacto son interpretados rápidamente para situar el objeto palpado en proyección espacial porque el ciego, tal como nos aclara Lacan, opera con la visión geometral, es decir, la visión situada en un espacio que no es, en su esencia, lo visual En las antípodas de esta posición nos encontramos con un oftalmólogo, Alberto Valvo quien sostiene que la percepción simultánea de los objetos es algo insólito para aquellos que están habituados a la percepción secuencial a través del tacto. De este modo afirma que los que vemos vivimos en el espacio y en el tiempo; los ciegos sólo viven en un mundo temporal, pues construyen sus mundos a partir de secuencias de impresiones táctiles, auditivas, olfativas y son incapaces de tener una percepción simultánea, de crear una escena instantánea .La idea que nos transmite es que el ciego, casi exclusivamente, “vive en el tiempo” Veamos ahora, algunos ejemplos que nos permitan tomar alguna posición en relación a la posibilidad o imposibilidad de la construcción del espacio en ciegos congénitos. Volvamos a recordar a aquel joven paciente de Cheselden que luego de ser operado de cataratas no dis¬tinguió por mucho tiempo tamaños, distan¬cias, situaciones, ni siquiera figuras, razón por el cual el joven anduvo a ciegas durante dos meses. Dos siglos más tarde, todos los pacientes descritos en la literatura sobre el tema se han encontrado, tras la operación, con grandes dificultades a la hora de percibir el espacio y la distancia, dificultades que se prolongaron meses e incluso años. Veamos ahora, algunos testimonios relatados por Oliver Sacks . Se trata de tres pacientes nacidos ciegos y que luego de haber vivido aproximadamente 50 años de sus vidas como ciegos, fueron operados y recuperaron la visión -al poco tiempo de ser operado un paciente es llevado por su médico neurólogo al Museo de la Ciencia de Londres para que viera una magnífica colección: El episodio más interesante fue su reacción ante una pieza, un torno exhibido en una vitrina de cristal especial... Lo condujeron a la vitrina de cristal, que estaba cerrada, y le pidieron que diga qué había en ella. Fue incapaz de decir nada acerca del torno. A continuación le pidieron al guarda del museo que abriera la vitrina y al paciente se le permitió tocar el torno. El resultado fue asombroso. Recorrió el torno ávidamente con los dedos, cerrando los ojos. A continuación retrocedió un poco, abrió los ojos y dijo: “Ahora que lo he tocado, puedo verlo” -otro paciente relata que cuando le quitaron los vendajes... oyó una voz delante de él: se volvió hacia la fuente del sonido y vio una “mancha”. Comprendió que debía de ser una cara. Parecía convencido de que no habría sabido que eso era una cara de no haber oído previamente la voz y de no haber sabido que las voces procedían de las caras. Durante esas primeras semanas siguientes a la operación no percibía la profundidad ni la distancia, las luces de las calles eran manchas luminosas pegadas a los cristales de las ventanas, y los pasillos del hospital agujeros negros. Cuando cruzaba la calle el tráfico lo aterraba, incluso cuando iba acompañado. Este paciente decía que antes de la operación tenía una idea completamente distinta del espacio y sabía que un objeto podía ocupar sólo un lugar identificable al tacto. Sabía también que si había un obstáculo o un escalón, este obstáculo acaecía después de cierto período de tiempo, al cual él estaba acostumbrado. Tras la operación, después de muchos meses, ya no pudo coordinar las sensaciones visuales con la velocidad de su paso. Tenía que coordinar tanto su visión como el tiempo necesario para cubrir la distancia, cosa que encontraba muy difícil. Si el paso era demasiado lento o demasiado rápido, tropezaba. -otro paciente dijo que andar sin su bastón, lo confundía, pues su apreciación del espacio y la distancia era incierta e inestable. A veces las superficies u objetos le parecían amenazantes, como si estuvieran encima de él, cuando de hecho se hallaban a bastante distancia; a veces le confundía su propia sombra (toda la noción de sombras, de objetos bloqueando la luz, le dejaba perplejo) y se detenía o daba un traspié o intentaba pasar por encima. Las escaleras, eran particularmente riesgosas ya que lo único que veía era una confusa superficie plana de líneas paralelas y líneas que se entrecruzaban: no podía verlas como objetos sólidos que subían o bajaban en un espacio tridimensional. ¿Cómo se daban, en estos pacientes, las formas? al principio habían sido incapaces de reconocer ninguna forma visualmente, ni siquiera formas tan simples como un cuadrado o un círculo, que reconocían rápidamente al tacto. Tocar un cuadrado no se correspondía en absoluto con ver un cuadrado. Ésa fue la respuesta a la pregunta de Molineaux. Tal como Berkeley había anticipado, estos sujetos sólo comprendían lo que veían poco a poco, y en la medida en que eran capaces de relacionar las experiencias visuales y las táctiles. Lo mismo había ocurrido en los 250 años transcurridos desde la operación de Cheselden: casi todos habían experimentado la más profunda y lockeana confusión y perplejidad. Lacan nos recuerda que en la misma época en que la meditación cartesiana inaugura en su pureza la función del sujeto se desarrolla una dimensión de la óptica, que para distinguirla llamó geometral. Y es de esta dimensión geometral de la que nos hemos ocupado ampliamente. Esta construcción pasa completamente por alto lo que está en juego en la visión. Pues el espacio geometral de la visión –aún incluyendo en él las partes imaginarias del espacio virtual, un ciego lo puede perfectamente, reconstruir, imaginar. Entonces, existe cierta óptica que pasa por alto lo propio de la visión. Es una óptica que está al alcance de los ciegos. Hemos intentado demostrar hasta qué punto el ciego es capaz de dar cuenta, de reconstruir, imaginar, todo cuanto del espacio nos procura la visión. La perspectiva geometral es asunto de demarcación del espacio, no de vista. Hemos visto posiciones diferentes, adherimos, la experiencia nos da sobradas pruebas de ello, a aquella posición que sostiene que el ciego puede perfectamente concebir que el campo del espacio que él conoce, puede ser percibido a distancia y de manera simultánea. Le basta aprehender una función temporal: la instantaneidad. (...) La dimensión geometral de la visión no agota, pues, para nada, lo que de relación subjetivante originaria nos propone el campo de la visión como tal. Hemos llevado las cosas al extremo, ver cómo imagina y construye el espacio el ciego congénito para comprobar, tal como nos anuncia Lacan que la dimensión geometral nos permite vislumbrar cómo el sujeto está atrapado, capturado en el campo de la visión.

BUENAS PRÁCTICAS EN COMUNICACIÓN Y DISCAPACIDAD (Fragmento)

Comparto esta información, que es de suma utilidad tanto para estudiantes de carreras referidas a la comunicación, así como también a quienes ya estén trabajando en los medios. Invito a leer atentamente y poder hacer uso de dicha información ya sea compartiéndola o dándola a conocer. (Fragmento) BUENAS PRÁCTICAS EN COMUNICACIÓN Y DISCAPACIDAD POR VERÓNICA GONZÁLEZ BONET INFORMAR CON RESPONSABILIDAD Y RESPETO POR LA DIVERSIDAD La autora Verónica González Bonet es Licenciada en Informática egresada de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y periodista diplomada en periodismo de género por el Instituto Internacional José Martí, La Habana, Cuba. Fue seleccionada, además, para tomar el Curso sobre el Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos para ONGS que trabajen temas sobre género y/o discapacidad en la ciudad de Washington en octubre de 2014. Es responsable desde enero de 2010 de la columna sobre discapacidad del noticiero de la TV Pública, único espacio en Latinoamérica conducido por una persona con discapacidad visual. Por esta labor, fue distinguida con el premio Lola Mora 2012, por promover una imagen positiva de las mujeres en los medios, Isalud 2013, categoría comunicación individual y reconocimientos entre otros, por parte de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual por el modo de abordaje de cuestiones de discapacidad en el noticiero de la TV Pública. Fue, además, columnista radial en el Programa Día Perfecto, conducido por Ernestina Pais en Radio Metro y de la Red Feminista nosotras en el Mundo. Realizó también reportajes especiales para la Revista Latin Star Magazine, de Sacramento, California. Integra la red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG) y la Red por los Derechos de las Personas con Discapacidad (REDI), la cual preside desde 2011. Dicta habitualmente charlas sobre Comunicación y discapacidad, género, estereotipos, violencia, inclusión social, empleo, etc. Abordaje en los medios de comunicación Los medios de comunicación seleccionan noticias y realidades a mostrar y, a partir de ellas, contribuyen a la construcción de opinión. Así, muchas veces se muestra en los medios informativos todo el día la repetición de un hecho de inseguridad, y la gente tiende a magnificar el hecho. Se crea, así, la sensación de que ha ocurrido muchas veces. Esto no significa que la noticia que se expone no sea veraz. ¿Qué ocurre cuando se muestra a las personas con discapacidad? A menudo en los periodistas, como en el resto de las personas, la discapacidad se percibe como un desvalor, algo negativo que ocasiona pena en la sociedad e incluso la culpa de no poder revertirla. Así, en los diálogos entre comunicadores/as y PCD se percibe el nerviosismo que ocasiona el no saber cómo hablar, de qué manera dirigirse ni qué preguntas hacer. Ocurre, además, que toda la conversación gira en torno a la discapacidad, sin importar otros aspectos de la vida de la persona o de las situaciones que atraviesa que, a los fines informativos, pudieran resultar de mayor interés. Suele utilizarse, además, música de fondo que provoca lástima, remite a lo emotivo y se enmarca a estas coberturas como notas de color, dentro de la sección sociedad, independientemente de la temática que aborden. Preconceptos y prejuicios habituales Los preconceptos son variados y difieren de acuerdo a la realidad de cada comunicador/a y su conocimiento de la temática. Habitualmente no se cree que haya que formarse para abordar estos temas. Por eso, los comunicadores suelen no conocer los derechos de las PCD, los que resultan fundamentales a la hora de desarrollar una cobertura periodística que aporte información, derribe barreras y contribuya a mejorar la calidad de vida del colectivo. Suele considerarse a las PCD como: Eternos niños/as: sobre todo a quienes tienen discapacidad intelectual, pero también con otras discapacidades, la gente suele referirse como el nene o la nena, aunque sean jóvenes o adultos. Considerar a las PCD como niños/as supone no asumir su crecimiento, sus derechos y obligaciones, no valorar sus opiniones y no escuchar su palabra. Asexuados/as: tiene relación con la infantilización. Negar la sexualidad de los y las jóvenes, hombres y mujeres con discapacidad tiene que ver con vulnerar el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, aun tomando riesgos. En ocasiones, considerar así a las PCD se relaciona estrechamente con el miedo al abuso, aunque la negación no resulta el mejor antídoto para este posible acontecimiento. Aún resulta lamentablemente habitual la esterilización forzosa con el fin de evitar el abuso, aunque sólo consigue ocultar sus efectos y exponer más a las niñas y mujeres que enfrentan esta vulneración de sus derechos. La discapacidad es incapacidad: la discapacidad se relaciona con un déficit y con las barreras que coloca o elimina el entorno. No se puede considerar que las PCD son incapaces de realizar cualquier tarea. De hecho, serán las mismas PCD quienes delimitarán sus posibilidades y dificultades. Las dificultades de comunicación provienen de las PCD: en realidad éstas se arraigan en la carencia de la sociedad en el aprendizaje de lengua de señas, por ejemplo, o con la falta de flexibilidad para hablar de forma más sencilla y pausada con personas con discapacidad intelectual. Pensar que la limitación es de los comunicadores/as, conllevará correr el eje de la discapacidad, y aportará para una comunicación más fluida y una cobertura enriquecedora. No tiene importancia y en ocasiones es muy complejo escuchar la voz de las PCD: muchas veces, aún se escucha a profesionales o familiares hablar por las PCD. Teniendo en cuenta que ha sido un colectivo históricamente invisibilizado, es preciso que se escuche su voz, implementando adecuaciones necesarias como un intérprete de lengua de señas argentina (LSA), de ser necesario. No significa esto que no haya que escuchar a profesionales y familiares, pero sí que sería bueno priorizar a los y las protagonistas de las notas. Si se piensa en organizaciones de mujeres, no se tolera que las mismas estén presididas o sus voceros sean hombres. Lo mismo sucede en el caso de colectivos de personas afrodescendientes: no hablaría por ellas una persona blanca. Sin embargo, se sigue considerando aceptable que hablen personas sin discapacidad en representación de las PCD. La discapacidad es una enfermedad: esta visión patologiza a las PCD y da un poder supremo a los profesionales médicos. Así, ellos hablan de educación, apoyos, etc. y no estrictamente de cuestiones de salud. Todas las PCD que tienen la misma discapacidad son iguales: se asume que todas las personas con discapacidad visual tienen habilidad para la música; las que tienen discapacidad intelectual, para la pastelería; quienes tienen hipoacusia se concentran más, etc. Todas las PCD se sienten discriminadas por la sociedad y viven una tragedia personal: cada persona enfrenta las situaciones a su manera, sin necesariamente ser la discapacidad un tremendo problema que afecta negativamente la vida de una persona. Las PCD son incapaces de cuidar: por eso cuando se ve una madre o padre con discapacidad, se asumirá que son sobrinos, primos o cualquier otra cosa o que, si son hijos, tienen la obligación de "cuidar" a sus padres, ser lazarillos, intérpretes o madurar con mayor rapidez por tener padre o madre con discapacidad. Los niños y niñas con discapacidad deben estudiar en escuelas especiales: sobre todo si tienen discapacidad intelectual o psicosocial, los docentes "comunes" no saben ni pueden responder a sus necesidades. Sin embargo, el mejor lugar para educarse, cualquiera sea la situación de los niños y niñas, será en un aula donde se respete la diversidad y todos compartan y aprendan juntos. El lenguaje Como comunicadores sabemos que el lenguaje que se utiliza encierra significado y es nuestra herramienta de trabajo esencial. El lenguaje puede contribuir, esclarecer, explicar, aportar, o bien estigmatizar. Los eufemismos suelen contribuir a esto último. Por lo tanto, es necesario evitar los siguientes términos a fin de no fomentar la estigmatización de las personas con discapacidad por parte de los medios de comunicación: Discapacitado/a: adjetiva a la persona, le asigna una característica estática sin contemplar el entorno, no se prioriza a la persona. Incapacitado/a o incapaz: remite a una total incapacidad de hacer cualquier cosa. Inválido/a: no vale. Anormal: remite a parámetros de normalidad que no concuerdan con lo que establece el modelo social de la discapacidad. No vidente: vidente es quien ve más allá. Alguien no vidente no tendría esta habilidad. Mogólico/a: resulta peyorativo y no hace referencia a las personas con síndrome de down. Loco/a: conlleva una carga negativa sobre usuarios/as de salud mental, se asocia a peligrosidad. Sordomudo/a: no es correcto, ya que las personas que son sordas y no pueden hablar de forma oral muy probablemente puedan hablar lengua de señas. Retrasado/a: remite a un retraso respecto de parámetros de normalidad. Lisiado/a: es un término que va dejando de utilizarse por resultar discriminatorio. Enano/a: el enanismo es tan sólo una de las patologías que genera baja talla. El término está ligado a lo circense y lo monstruoso, y a como se consideraba esta discapacidad en la Edad Media. Capacidades diferentes: las tenemos todas las personas. Algunas personas tienen mucha habilidad manual, otras para los deportes, pero eso no significa que unas u otras tengan discapacidad. Necesidades especiales: este término surgió del ámbito educativo para referirse a necesidades educativas especiales. Sin embargo, a veces se utiliza en otros ámbitos. No es correcto porque remite a lo anormal y lo normal, lo común y lo especial, por lo que categoriza y excluye. Personas especiales: ninguna persona es más especial que otra. Al hablar de un niño o niña especial, se asume carente de derechos, un ángel, sin maldad, sin sexualidad. Sufre/ padece / está afectado/a por: emitimos un juicio de valor respecto de lo que a la persona le causa su discapacidad, y como comunicadores/as no nos corresponde hacerlo. No podemos pensar que la discapacidad siempre se toma como una tragedia, algo negativo, ya que cada persona lo vivirá como pueda, teniendo en cuenta su entorno, sus posibilidades de desarrollo, etc. Edad madurativa: este término proviene de los profesionales médicos que evalúan la posibilidad de desarrollo cognitivo, sin tener en cuenta las habilidades sociales, que son determinantes en el desarrollo. Hablar de edad madurativa hace que veamos a una persona de 40 años, por ejemplo, con "edad madurativa" de 5 años, como si fuese un niño/a de 5 años y esto no es correcto. La maduración no tiene que ver tan sólo con poder sumar y restar, leer y manejar dinero, sino también con poder relacionarse con otros, construir con otros, trabajar, saber qué apoyos necesita, etc. Cabe señalar que algunas organizaciones lamentablemente aún conservan estos términos en sus nombres. Si esto ocurre, habrá que ponerlos tal cual son, pero de ningún modo como comunicadores/as debieran utilizarlos en su discurso. Lo mismo ocurre si algún padre, madre o profesional lo hace. Utilizar: Persona con discapacidad: si queremos precisar, podemos agregar "visual", "auditiva", "motora", "intelectual" y "psicosocial" (personas usuarias de servicios de salud mental). Persona ciega, disminuida visual o con disminución visual. Persona sorda o con hipoacusia. Persona con discapacidad intelectual, con síndrome de down, con autismo. Persona con discapacidad psicosocial, persona usuaria de servicios de salud mental, persona con padecimiento mental, persona con esquizofrenia, persona con bipolaridad o bipolar. Persona de baja talla. Entrevistas a personas con discapacidad Para entrevistar a personas con discapacidad, lo más importante es despegarse de prejuicios y preconceptos que ubican a los/las entrevistados/as en un lugar de infe- rioridad. De lo contrario, nos perderemos de la riqueza de poder conocer y valorar a la persona, y resultará una cobertura amarillista y llena de golpes bajos. Si tenemos dudas respecto de alguna cuestión relacionada con su discapacidad, podemos conversar con la persona, previo a la entrevista para llegar a ésta más distendidos. La cámara habitualmente pone nerviosa a la gente y las PCD no son ajenas a esto, por lo que habrá que tener paciencia al preguntar e intentar provocar un clima de confianza. De acuerdo con la discapacidad es conveniente: Para personas con discapacidad visual: referirse por el nombre al hablarle, para que sepa que nos dirigimos a ella. No evitar hablar utilizando el verbo ver, no suele molestar. No hablarles más fuerte de lo habitual, ya que la ceguera no se asocia a sordera necesariamente. Personas sordas: dirigirse a la persona sorda al hablar aunque haya un intérprete. Si hacemos entrevista con audio, colocar el micrófono al intérprete. Si la persona es sorda oralizada, modular bien y mirarla a la cara. Personas con discapacidad física: si la persona está en silla de ruedas, procurar que la nota sea sentados, para evitar el dolor de cuello del entrevistado/a para poder mirarnos. Personas con discapacidad intelectual y psicosocial: tener paciencia al formular las preguntas y reformularlas de otro modo si vemos que la persona no entendió. Utilizar lenguaje sencillo, evitando lo abstracto. Para una persona con discapacidad intelectual no es relevante hablar de cantidad de dinero, temperatura, tiempo transcurrido, etc. Por ejemplo, no es lo mismo preguntarle a una persona con discapacidad intelectual cuanta gente hay en un lugar, que si había sillas vacías. Esta última formulación, sí le permitirá contestar. Procurar entenderlos y, si tienen dificultades en el habla y no entendimos algo, pedir amablemente que vuelvan a explicarnos. No infantilizar de ningún modo, una discapacidad intelectual no está asociada a que la persona sea un niño/a. El enfoque de derechos humanos frente al amarillismo Si pensamos en nuestro objetivo de transmitir información útil para la audiencia y visibilizar algunas temáticas que contribuyan a una sociedad más inclusiva, realizar una cobertura con amarillismo de este tema no resulta beneficioso para el sector. Conviene, entonces, profundizar en el conocimiento de la CDPD para que cuando contemos una historia, podamos pensar en los derechos ejercidos o vulnerados. De esta forma cumpliremos con la tarea de informar. La música conmovedora y los golpes bajos no contribuyen a modificar realidades.Por el contrario, ubica a las PCD en un lugar de lástima, conmiseración y subestimación. No resulta conveniente exponer a las PCD en situaciones que las ubiquen en este lugar, aunque a veces sean ellas quienes ahí se colocan. Es preciso considerar siempre que cada PCD reúne características propias. Así como no existen estándares para niños, niñas, personas adultas mayores, hombres, mujeres, adolescentes, personas habitantes de pueblos originarios, etc., tampo-co resultan iguales las personas ciegas, sordas o con discapacidad intelectual. Debe procurarse incluir en las coberturas la mayor cantidad de información que se pueda, teniendo en cuenta que muchas veces las PCD no conocen sus derechos ni a dónde recurrir para solicitar apoyo. Decálogo para el tratamiento de cuestiones sobre discapaci-dad 1) Cuando se habla de personas con discapacidad, se habla con o sobre personas. No debe olvidarse esto al interactuar con ellas o hablar de ellas. Personas con características propias que no devienen de la discapacidad, sino tal como establece el modelo social de la discapacidad, de un entorno que influye en ellas, colocando o eliminando barreras. 2) Utilizar el lenguaje correcto: persona con discapacidad, persona hipoacúsica o sorda, persona usuaria de servicios de salud mental, persona con discapacidad intelectual, persona ciega, etc. Evitar términos como: capacidades diferentes, necesidades especiales, normal/anormal, no vidente, sordomudo/a, lisiado/a, inválida/o, sufre/padece, loco/a, etc. 3) Las personas con discapacidad no son incapaces, eternas/os niñas/os, asexuadas/os ni improductivas. Tampoco les cabe a los comunicadores juzgar las habilidades de las otras personas, presuponiendo la necesidad de entornos paralelos, por ejemplo, para educarse. Escuchar a las personas interesadas resulta una buena práctica, dejando a un lado los prejuicios. 4) Tener en cuenta que la discapacidad no es una enfermedad, sino que surge de la interacción entre una persona con un déficit y su entorno. Limitar la discapacidad a una patología resulta contrario a un modelo de derechos humanos que ponga el acento en la persona. 5) Incluir datos sobre leyes, organizaciones de personas con discapacidad y cualquier otra información relevante, teniendo en cuenta que las personas con dis- capacidad y sus familias suelen desconocer los derechos que las asisten. Este desconocimiento resulta la primera barrera que obtura el acceso a la justicia de este colectivo, siendo así indispensable que los periodistas puedan desempeñar un rol activo emitiendo información útil a este respecto. 6) Evitar el amarillismo y golpes bajos a la hora de encarar una cobertura sobre la temática. Sólo contribuye a estigmatizar. Evaluar si es conveniente, en cada caso, centrar la nota en la situación de discapacidad. La mayoría de las veces no resulta pertinente. La perspectiva de derechos humanos requiere que se considere a las personas con discapacidad como iguales en dignidad y derechos que el Estado debe garantizar y no beneficiarios de la caridad. 7) Siempre dialogar con las personas con discapacidad, aunque sean niños y niñas, ya que dirigirse a sus acompañantes resulta descalificante. Recordar que el necesitar apoyos no implica falta de autonomía. 8) Procurar que la información producida sea accesible (con lengua de señas, sub- titulado oculto y audiodescripción en medios audiovisuales, web accesible en medios gráficos, etc.) Considerar, asimismo, la accesibilidad física en los lugares a la hora de informar, ya que resulta determinante del nivel de participación que lograrán las personas con discapacidad en ámbitos educativos, laborales, turísticos, deportivos, de ocio, etc. 9) Hablar en lenguaje sencillo a la hora de dirigirse a personas con discapacidad intelectual y reformular las preguntas si la persona no comprendió. 10) No utilizar referencias a la discapacidad como un insulto o descalificante en ningún caso. Tampoco es correcto asociar a los y las usuarios/as de salud mental como personas peligrosas, ni a criminales como locos/as, ya que estos conceptos resultan sumamente discriminatorios.

lunes, 15 de agosto de 2016

Cómo adaptar su hogar Y otros consejos para aplicar si tiene discapacidad visual.

Tomado de la página web de la American Foundation for the Blin Cómo adaptar su hogar Y otros consejos para aplicar si tiene discapacidad visual. Así viva en una casa o en un departamento, usted quiere sentirse cómodo, capacitado y a cargo de su ambiente — eso es lo que transforma la vivienda en un hogar. Aquí le damos consejos básicos de cómo hacer de su entorno un sitio seguro y bien organizado. Está basado en cuatro principios importantes: Aumentar la luz Eliminar los peligros Crear contraste de colores Organizar los objetos y ponerles etiquetas Reducción del fulgor Aumentar la luz Usar bombillos de mayor potencia o bujías de 3 potencias para proveer de iluminación sin luz intensa y molesta. Colocar las lámparas donde usted hace tareas de cerca. Por ejemplo, poner una lámpara de cuello flexible en el área donde lee y escribe. Muchas compañías hacen bombillas que simulen la luz natural del día que puede ser muy provechosa para alguien con la visión baja. Instalar luces adicionales en el clóset del dormitorio y otros armarios usados con frecuencia en otras habitaciones. Poner luces especiales a lo largo de todas las escaleras — los lugares donde hay más probabilidades de que ocurran los accidentes. Estar seguro de que el nivel de iluminación sea consistente a través de toda la casa, de modo de eliminar las sombras y los peligrosos puntos brillantes. Instalar reóstatos, es decir, resistencias eléctricas regulables que se intercalan en un circuito. Estar seguro de poder alcanzar los conmutadores de la luz desde las entradas y desde su cama. Usar una luz de noche en el dormitorio, el pasillo y el cuarto de baño. Eliminar los peligros Marcar los termostatos con cinta fluorescente de colores brillantes con los ajustes que usted utiliza típicamente. Usar cera no resbaladiza sin brillo para pulir los pisos. Cerrar completamente las puertas de clósets y armarios, y de gavetas, inmediatamente después de haber sacado lo que necesita. Recoger los zapatos, la ropa, los libros y otros artículos con los cuales puede tropezar. En efecto, guarde un objeto cuando termine de usarlo para mantener la seguridad y para que lo vuelva a encontrar con facilidad. Seque las salpicaduras apenas ocurren. Crear contraste de colores Coloque los objetos de colores claros contra un fondo oscuro — por ejemplo, una silla color arena contra una pared con paneles de madera oscura —y viceversa —un conmutador negro en una pared blanca. Instalar las perillas de las puertas que contrasten con el color de las puertas para la localización fácil. Evitar los tapizados con diseños. Las rayas, los diseños de cuadros a la escocesa y las telas de cuadros puede ser visualmente confusos. Organizar los objetos y ponerles etiquetas. Mantener cerca entre sí, los objetos que se usan juntos — en el mismo estante, en el mismo armario o en la misma caja. Coloque una etiqueta en cada caja usando un marcador grueso de felpa con punta negra. O escriba el contenido de las cajas en tarjetas y añádalas a las cajas con banditas elásticas. Las etiquetas auto adhesivas también son muy prácticas. Reducción del fulgor El fulgor se puede causar por luz del sol o luz de una lámpara y puede de hacerla difícil para un individuo con la visión baja de considerar tales como cuando golpea superficies brillantes, un cristal o tapa de tabla altamente pulida, pisos encerados, o la pantalla de la TV. La luz del sol puede llenar el cuarto de la luz sin producir fulgor. Las mini persianas son una de las mejores cubiertas para las ventanas porque pueden ser alteradas durante el curso del día para eliminar el fulgor. Evite de usar la cera en el piso; utilice un final plano. Para hacer la televisión más fácil de ver, simplemente dé vuelta a la pantalla ausente el sol o una lámpara asíque la fuente de luz está detrás de la pantalla. Sugerencias para organizar su cocina Aunque los principios delineados en "Cómo adaptar su hogar" se aplican a todas las partes de su vivienda, algunas habitaciones o áreas requieren atención especial. A continuación le damos algunas simples sugerencias para hacer que sus tareas en la cocina resulten más fáciles y seguras. Ponga etiquetas a los alimentos enlatados y otros artículos Las latas a menudo son fuente de gran frustración para cualquier persona con visión limitada. Por lo general, no se puede saber qué hay dentro de una lata con sólo sacudirla. Una vez abierta, y si no resulta lo que esperaba, usted no la puede cerrar y guardarla hasta otro momento. A ese punto, usted tiene dos alternativas no muy placenteras—botarla o comer lo que no siente ganas de tener. Por eso es esencial ponerle etiquetas a las latas el mismo día que vienen del almacén, antes de guardarlas. Para hacer esto, usted necesitará la ayuda de un vecino o pariente para identificar lo que cada una contiene. A continuación le decimos algunas cosas que usted puede hacer para minimizar cualquier inconveniente que esto le pueda causar a la persona que le está ayudando. Haga sus compras de alimentos como las comidas enlatadas, cereal, galletas, pasta seca, especias, etc., (cosas con larga vida en los anaqueles) una o dos veces al mes en vez de semanalmente. Prepare las etiquetas por adelantado, basado en su lista de compras. Una etiqueta auto adhesiva es fácil de aplicar, marcándola con cualquier código táctil de su preferencia o con macrotipo. También podría usar varias liguitas de goma para distinguir un tipo de producto a otro—por ejemplo, dos liguitas para frutas mixtas, tres para vegetales verdes, cuatro para salsas, etc. Otras sugerencias para la cocina Use mangas cortas o súbalas más arriba del codo cuando cocine. Use guantes para el horno para manejar ollas y sartenes. Use un reloj que le recordará cuándo debe apagar la estufa u otros aparatos eléctricos. Asegúrese de que todos sus electrodomésticos estén en buenas condiciones de trabajo y evite recargar los circuitos. No almacene las especias en un anaquel por arriba de la estufa. No retire una olla de la estufa sin antes apagar el fuego. Jamás use nada largo, de mangas sueltas cuando cocine. Sugerencias para organizar su dormitorio La mayoría de las personas tiene más ropa de la que necesita, quiere o usa. Pero decidir de qué va a deshacerse y finalmente hacerlo, tiende a estar al fondo de la lista de "cosas por hacer" de todos por igual. Las recomendaciones que le damos aquí, le garantizan rebajar y organizar sus clósets y gavetas. Regale o bote cualquier prenda de vestir que no haya usado en más de un año . Si no le gusta una chaqueta o un par de pantalones lo suficiente como para no usarlo en todo ese tiempo, no lo extrañará. Añada particiones a sus gavetas para separar prendas tejidas, bufandas, ropa interior y otros artículos que terminan revueltos cuando no hay divisiones para mantenerlos en orden. Organice por conjuntos. Ponga juntos los componentes individuales de un conjunto — blusa, chaqueta, falda y una bufanda por ejemplo, que usted considere atractivos, cómodos y coordinados por el color. Luego, cuando vaya al clóset para vestirse para un viaje de compras, almuerzo con una amiga o una fiesta, podrá sentirse seguro que se verá muy bien sin perder mucho tiempo hasta dar con la combinación correcta. Otra manera de organizar es por el color, manteniendo junta toda la ropa de un mismo color. Es un modo fácil de encontrar los artículos que se igualan o complementan entre si. Etiquetas con alfileres de gancho. Si usted organiza por conjunto, los alfileres de gancho le sirven de mucho: con uno identifica todos los componentes de un conjunto, dos en otro conjunto, tres en otro y así sucesivamente. Puede usar el mismo sistema de etiquetas si prefiere organizar su ropa por el color. Almacene en bolsas. Guarde los objetos pequeños como joyas en bolsitas plásticas con cierre de cremallera. Las bolsas plásticas también son útiles para guardar las bufandas y los cinturones coordinados con un conjunto. Estas sugerencias son para ropa de mujer, pero las mismas aplican para ropa de hombre con sólo reemplazar "falda" por pantalones, "corbata" por bufanda y "camisa" por blusa. Sugerencias para organizar su cuarto de baño El cuarto de baño — con sus azulejos y superficies resbaladizas — puede convertirse en un problema hasta para alguien con una pérdida mínima de visión. Lo siguiente son adaptaciones simples, fáciles de manejar para minimizar la posibilidad de accidentes. Asegúrese de que cualquier alfombra en el cuarto de baño no sea resbaladiza. Siempre mantenga los artículos usados con frecuencia en el mismo lugar. Póngale etiquetas. Siempre que le sea posible, use envases plásticos en vez de vidrio. Compre toallas, paños para lavarse la cara o el cuerpo y alfombrillas de baño que contrasten bien con la bañera y los azulejos. Use jabones y champús en botellas con dispensadores para evitar los derrames. Ponga una alfombrilla no resbaladiza, cinta con fricción o aplicaciones con diseños en el fondo de la bañera o el piso de la ducha. Elija colores que contrasten con la superficie. Cuelgue una cajita metálica de la ducha para poner jabón, champú y otros artículos para bañarse. Haga que le instalen una barra de metal al borde de la bañera y otra barra en la pared de la ducha de donde sostenerse al entrar y salir, para prevenir resbalones. Haga instalar luces adicionales sobre la bañera y la ducha. Reemplace un asiento blanco de inodoro con uno más oscuro, con un asiento contrastante. De ser necesario, ponga un marco con brazos o agarraderas sobre el asiento para facilitar el sentarse y el ponerse de pie. Aprenda hasta dónde tiene que rotar las llaves o grifos para obtener la temperatura deseada. Primero dé vuelta la de agua fría, y luego añada la caliente. Para cerrar, primero dé vuelta la caliente. En la lluvia, use una cabeza de lluvia manual para probar en su mano, la temperatura del agua. Para verificar el nivel de agua en la bañera, siéntese en el borde de la bañera, arrodíllese o agáchese junto a ella y baje la mano hasta la superficie del agua. Si su visión lo permite, coloque una cinta contrastante al nivel deseado y llene la bañera hasta ese nivel. Para obtener la cantidad correcta de pasta dentífrica en su cepillo de dientes, use una pasta oscura o rayada. Sostenga las cerdas del cepillo entre su pulgar y el dedo índice. De ese modo usted puede juzgar la cantidad de pasta que extrae del tubo. Lime sus uñas en vez de usar tijeras o un cortauñas. Si tiene diabetes, asegúrese de que sólo un médico profesional le corte las uñas de los pies. Aféitese con una máquina eléctrica en vez de una regular para evitar cortarse y herirse levemente. Al hacer su cuarto de baño más seguro y más organizado según su conveniencia, usted puede minimizar la posibilidad de caerse y encargarse de su higiene personal más eficazmente. Destrezas diarias Usted no pierde sus conocimientos y destrezas cuando desarrolla un problema de visión, pero quizás tenga que aprender nuevas técnicas para realizar las actividades de todos los días. Sus necesidades dependerán de su problema particular de la visión y de las tareas que son más importantes para usted. Para algunas personas el reto puede ser la hora de la comida—cómo organizar la mesa para que pueda evitar derrames y disfrutar de las comidas en armonía con familiares y amigos. Para otros, puede ser cuestión de dinero — encontrar una forma segura de reconocer diferentes denominaciones de monedas y billetes. Y aún están aquellos que se preocupan por el cuidado básico de la vivienda — cómo mantener un espacio ordenado y limpio. En esta sección usted hallará sugerencias para desarrollar nuevas formas de encarar las tareas familiares. Ninguna de estas guías incluyen adaptaciones de alta tecnología. Son simples, fáciles de realizar y le ayudarán a continuar manejando su hogar y a vivir independientemente. La hora de la comida Comer es una necesidad y una actividad social. Desde la más temprana edad, es algo que usted ha hecho fácilmente, sin tener que pensar cómo localizar la comida en un plato y llevársela del plato a la boca. Pero hasta la más mínima pérdida de la visión puede dificultar la hora de la comida. Por lo general, una mesa para comer está cargada de elementos — los cubiertos, los platos, los vasos para beber, las fuentes de servir, el salero y el pimentero, que aunque están colocados cuidadosamente no siguen un orden particularmente lógico. Esto dificulta alcanzar lo que usted desea y aumenta la posibilidad de voltear las cosas. Aquí le ofrecemos algunas sugerencias para hacer de la hora de la comida una experiencia cómoda y agradable para todos a la mesa. La mesa Asegúrese de que hay buena luz por encima de la mesa para ayudarlo a ver la mayor cantidad de detalles posibles. Tienda la mesa de la misma manera organizada para cada comida. Cada sitio es virtualmente automático — el cuchillo y la cuchara a la derecha del plato, el tenedor y la servilleta a la izquierda, el vaso o la copa por encima del plato a la derecha o la izquierda, dependiendo si usted usa la mano izquierda o la derecha. Decida cómo va a organizar el resto de la mesa — el plato principal, los platos secundarios, las sazones, los condimentos. Ordenándolos en un semicírculo o una línea derecha un poco alejados de su sitio, podría ser la forma más fácil de organizar y recordar. Cualquiera sea la manera de organizar las cosas, hágalo de la misma manera cada día y pronto se convertirá en algo mecánico. Comer Esta simple actividad de todos los días requiere más manejo de objetos de los que usted piensa — hasta que no pueda ver con precisión dónde están las cosas y lo que usted está haciendo. Quizás necesite desarrollar una técnica especial para poner mantequilla en el pan, por ejemplo. Si usted no puede ver cuánta mantequilla hay en un platillo para mantequilla, explore deslizando el cuchillo sobre la superficie de la mantequilla para tener una idea de dónde cortar en ella. Ponga el trozo de mantequilla en el centro de la rodaja y extiéndala hasta los bordes del pan. La misma técnica "del centro a los bordes" funciona igualmente bien para cualquier cosa con la consistencia para extender, haciendo más fácil el preparar un sándwich o extender la mezcla azucarada sobre un bizcocho. El cortar la carne no tiene que ser una puñalada en la oscuridad. Supongamos que se está comiendo un bistec de cordero. Localice un borde de la carne con su cuchillo y mantenga el cuchillo allí. Ponga el tenedor en la carne cerca de 1.270 cm (1/2 pulgada) del borde y, comenzando desde el borde, corte un pequeño semicírculo alrededor de su tenedor. Mantenga su cuchillo en el borde de la carne mientras come el trozo cortado, y luego repita el proceso. Con un poco de práctica se volverá utomático. Con pequeños ajustes, usted encontrará fácil evitar el sobre sazonar su comida. En vez de espolvorear la sal o la pimienta en los alimentos, sacuda un poco en la palma de su mano, tome un pellizquito y rocíelo por la comida, pruebe y agregue más en pequeños incrementos hasta lograr la cantidad correcta. Con dos o tres pruebas desarrollará el sentido de cuánto es suficiente. Usted puede adaptar esta técnica para sazones como el katsup y la mostaza, poniéndolas a ambos lados de su plato en vez de hacerlo directamente en la comida. Lo mismo se aplica a las sazones líquidas como la salsa de soja o el aderezo para las ensaladas— póngalas en platitos separados y añádalas a la comida usando una cuchara. Sugerencias básicas para el manejo de la casa Como sabe, las tareas del manejo de la casa son algo constante. Tienen que ser repetidas con regularidad — algunas a diario, algunas a la semana y otras con menos frecuencia, pero no se acaban jamás. Por su misma naturaleza se hacen tan familiares, que pueden repetirse casi de manera automática. En la mayoría de los casos, las personas que pasan a ser visualmente incapacitadas, pueden realizar esas tareas tan bien como las que tienen visión. Pero ciertos ajustes especiales pueden simplificar la forma de llevarlas a cabo. Éstas son algunas sugerencias: Sacudir el polvo —Guarde todos los útiles de limpieza en un balde o recipiente plástico. Sacuda el polvo siguiendo un molde organizado. Concéntrese en cada área del cuarto por vez. Rocíe el pulidor en el paño de limpiar, nunca directamente en la superficie del mueble. Use un plumero de plumas para sacudir el polvo de los objetos pequeños. Barrer — Barra una sección pequeña del piso por vez. Después de empujar el polvo acumulado en un recogedor de polvo, elimine el polvo que queda con una toalla de papel húmeda. Ropa para lavar — Ponga una lámpara cerca de la lavadora. Marque los números claves del dial con cinta fluorescente. Ponga las medias en una bolsa de malla o use alfileres de gancho para mantener juntas las medias por pares. Hay muchas telas que eliminan las arrugas si se las quita de la secadora apenas quedan secas. Si extiende y dobla las cosas enseguida, usted puede evitar en mucho la plancha. Planchar — Esté de pie o sentado mientras plancha, eleve la tabla de planchar lo más alto posible, si la posición no le cansa mucho el brazo. Elija un color sólido para la cubierta de la tabla de planchar en vez de una con diseños. Marque en la plancha los números para el planchado de las diferentes telas para evitar el quemar las telas que requieren una plancha fría. Use un embudo para echar agua en una plancha a vapor. Para saber si ha alisado bien las arrugas, pase la mano ligeramente sobre la parte ya planchada de la prenda de vestir. Remendar — Use un enhebrador de agujas con cabeza de metal o agujas auto enhebradoras. O clave una aguja en una barra de jabón mientras la está enhebrando, para tener libre las dos manos. Coloque la tela que está cosiendo en una superficie contrastante. Mantenga cerca suyo un imán para recoger las agujas y los alfileres caídos. Cómo manejar el dinero Comprar y pagar por las cosas que adquiere son actividades diarias básicas. Si usted tiene dificultad en distinguir una moneda de la otra o entre un billete de un dólar y uno de veinte, hay soluciones simples e inmediatas para eliminar este problema. Identificar las monedas por el tacto como ejemplo se utilizan dólares americanos, adápte la explicación a la moneda de su país de origen Pida a un amigo o pariente que le entregue, uno a uno, un centavo, cinco, diez, veinticinco centavos o medio dólar. Concéntrese en las diferencias de tamaño, grosor y borde. Tamaño. La moneda de diez centavos o dime, es la más pequeña, y la moneda de medio dólar es la más grande. Grosor. La moneda de cinco centavos o nickel es más gruesa que las demás. Borde. El centavo o penny , y la moneda de cinco centavos, tienen un borde suave. Las monedas de diez y veinticinco centavos, y el medio dólar tienen un borde cerrillado. Con un poco de práctica usted pronto podrá reconocer cada una de las monedas de manera instantánea mediante el tacto. La moneda de cinco centavos es fácil de identificar por su grosor, y la de diez centavos por su tamaño. La de cinco centavos es la única moneda de grosor corriente con un borde suave. Una moneda que es más grande que otra de diez centavos y tiene un borde cerrillado tiene que ser una moneda de veinticinco centavos o de medio dólar — y casi siempre va a ser una moneda de veinticinco centavos, porque las de medio dólar no parecen estar mucho en circulación. Cómo identificar los billetes por la forma de doblarlos Al doblar los billetes de distintas denominaciones en formas diferentes, usted podrá localizarlos fácilmente en su billetera. He aquí cómo: Deje los billetes de $1 dólar sin doblar. Doble los billetes de $5 dólares a lo largo. Doble los billetes de $10 dólares a lo ancho. Doble los billetes de $20 dólares a lo largo y luego a lo ancho. O puede doblarlos a lo largo y guardarlos en diferentes secciones de su billetera. Para adquirir algo de práctica, pida a un amigo o pariente que ponga unas monedas y billetes doblados en un sobre; luego dígale lo que hay adentro. Comience con cantidades individuales de cada tipo, luego los subtotales y totales. Luego, pida a la persona que lo está ayudando que le pida a usted cantidades específicas de dinero — como lo haría en el almacén de comestibles.