Viajera y soñadora.

Muchas cosas cambiaron desde la última vez que escribí por aquí.
Hoy, en la primera entrada de este año, les dejo un escrito que me salió apenas abrí los ojos.

Que lo disfruten.

Mi alma viaja en sueños, en canciones y en paisajes...
Viaja por los aromas, los sabores, los colores.
Colores imaginados y dibujados por mi propia mente, que se atreve como faltándole el respeto a las ciencias exactas o a la objetividad, a  pintarlos con su propio pincel.
Así como también una cámara imaginaria, retracta las fotos familiares y solo a través del sonido grabado o de un escrito, uno las vuelve a rememorar una y otra vez...

Como el aroma del aire, un sonido, un rayo de sol, hacen que revivas momentos de tu vida...

Y aunque algunos tristes y otros alegres, ahí están, dándole matices a tus días.

Uno puede viajar sin moverse si quiera, gracias a los libros, a los sonidos, a la música, a una película o a una simple imagen, así sea imaginada, descrita o vista con tus propios ojos....

Los viajes reales son los mejores, espero hacer muchos en mi vida, porque yo nací para viajar...

Ya llegará el momento, y no dejaré de luchar hasta recorrer, conocer, y disfrutar de la magia de viajar.

Pero mientras tanto, sigo aprendiendo de lo hermoso que es construir y fotografiar gracias a todo lo nombrado anteriormente en este escrito, tanto mis recuerdos como así también las vivencias futuras.

Soy un alma sensible, quizá no esté bien decirlo, pero aprendí gracias a todo lo que he vivido en la vida a mis escasos 23 años, a ver un poquito mas adentro de las personas.
Por eso mi empatía y cosas que el corazón entiende y que la razón no puede explicar.

Nunca me voy a cansar de la lucha, así en algunos momentos parezca que quiero abandonar.

Tengo mucho que vivir, no sé si tanto que enseñar, pero si sé que siempre hay algo nuevo que descubrir.

Gracias por leerme.

Ojala ustedes también se animen a ver mas allá.

Escrito por:

Magalí Elisabet Rossi.